domingo, 29 de enero de 2012

MELENAS, ¿UN CARPANTA DESCONTEXTUALIZADO?

A lo largo de los años, a la hora de citar las influencias de Francisco Ibáñez, se recurre a figuras como Franquin, Peyo, Tillieux,  Divito...y, dentro de España, Manuel Vázquez. La impronta de los autores de la llamada "Primera Escuela Bruguera", como Escobar, se suele atribuir de una forma genérica, sin individualizar a cada dibujante.

Esto no es, en sí, un error. No cabe duda que dicha primera generación de dibujantes influyó en la(s) siguiente(s) en términos de planteamiento y desarrollo de una historieta, esquemas argumentales, tipología de personajes, etc. Sin embargo, la influencia individual de un autor como José Escobar en Francisco Ibáñez, apenas ha sido reseñada. 

Efectivamente,  Ibáñez nunca contó a Escobar entre sus autores favoritos, y no cabe duda que la manera de entender la historieta de cada uno de ellos era diferente (a pesar de los inevitables puntos comunes que impuso el modo de hacer de la editorial Bruguera). Sin embargo, hemos encontrado en los personajes primigenios de Ibáñez alguna que otra semejanza con una de las series estrellas de Escobar: Carpanta.

                                            


Como sabrán los lectores más documentados, en 1958, Ibáñez crea,mitos aparte, el personaje de Melenas para Hipo, Monito y Fifí (Marco). Se trata de un león desgraciado que, aunque intente hacerse valer como rey de la selva, acaba trasquilado en la mayoría de las historietas. Es, por tanto, el típico perdedor que podría haber protagonizado cualquier personaje de Bruguera, que aunque no se trataba de la editorial donde se publicó, ya era el gran referente de tebeos del país.
No obstante, hemos detectado que en varias entregas de Melenas, este león de tres al cuarto tiene como eje principal de sus aventuras la búsqueda de comida. Así, aunque en alguna ocasión el gag final lo detonen las desgracias derivadas de ejercer una determinada profesión, lo que mueve a Melenas a trabajar es el hambre. Un hambre feroz, canina (más bien felina) que agobia al protagonista en varias de sus entregas. 

                                          


Este permanente estado de ayuno lo acerca al personaje de Escobar, Carpanta, creado en la década anterior para Pulgarcito. Además, al igual que Carpanta tiene al oportunista Protasio, Melenas se las ve en más de una ocasión con el no menos caradura Don Tigre, quien se aprovecha de la ingenuidad o torpeza del protagonista para hacerse con los alimentos que este logra conseguir.  Sin embargo, hay que señalar algunas diferencias.

Así, mientras que Carpanta es una furibunda crítica social a la lamentable e injusta posguerra española, con unos escenarios bien reconocibles y un entorno cotidiano, Ibáñez se evade en Melenas al exótico ámbito de la jungla, donde las referencias a la realidad de los lectores se diluyen por la lejanía en el espacio. Por si fuera poco, los personajes de Ibáñez son animales (antropomorfos, pero animales), lo cual lejos de adquirir las dimensiones de parábola de la Rebelión en la granja de George Orwell, sirve nuevamente para alejar a los lectores de cualquier referente cercano.


                                             



Así pues, la lucha de clases, la injusticia flagrante de las historietas de Escobar se convierten en anécdotas en el cómic de Ibáñez, quien lo limita a una serie de peripecias jocosas en torno a la búsqueda de la supervivencia. Hay que señalar que aunque Ibáñez nunca tuvo el espíritu reivindicativo de Escobar, tampoco podríamos haberlo apreciado, de haberlo tenido, pues ya saben que a partir de 1955, época en la que Ibáñez empezó a despuntar como artista, la censura de las publicaciones infantiles y juveniles, lejos de relajarse, se endureció, cortando de raíz cualquier tipo de personaje "sospechoso" a los ojos del Régimen. El mismo Carpanta, aunque no desapareció, sufrió un ligero toque de atención y sus historietas fueron derivando poco a poco hacia contenidos más atenuados, en los que el personaje principal ya no era tanto un representante de la España del momento (en la que ya nadie pasaba hambre, según la Dictadura), sino más bien una rara avis cuyo ayuno se debía más al "hado adverso" que a las circunstancias sociales.


                                                        


Dejamos aquí el tema para que nuestros lectores saquen sus propias conclusiones acerca del que fue, al menos en algunas de sus historietas, el " Carpanta leonino de Ibáñez".






4 comentarios:

Easmo dijo...

¡Carajo! Y yo que me considero medio fan de Ibáñez y no conocía este personaje.

Pues sí, sí que hay ciertas similitudes.

Chespiro dijo...

Es menos conocido por no ser un personaje de Bruguera, aunque sea del mismo año que Mortadelo.

Alfredo Sánchez dijo...

¡Hola Chespiro! Precisamente hoy había subido una foto nueva de Melenas a la biografía de Ibáñez y buscando más datos me he topado con esta recientísima entrada. ¿Confirmas el dato de la primera publicación de Melenas en 1958? En la tesis universitaria de "Los cómics de Francisco Ibáñez" comentan que fue hacia 1954 en la revista "Hipo, Monito y Fifí" donde apareció el personaje por primera vez. A ver si podemos ir cerrando flecos entre todos ;)

Chespiro dijo...

Alfredo, bienvenido. Yo parto de la fecha de Miguel Fernández Soto.